Los transtornos por deficit de atención e hiperactividad pueden controlarse

Los trastornos por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) son comunes en los niños del nivel pre-escolar, se presenta a consecuencia de falta de desarrollo conductual y/o neurológico y puede controlarse si es detectado oportunamente, afirmó el Dr. José Antonio Proaño Bernaola, Director General del Hospital Cayetano Heredia.

El TDAH puede mantenerse hasta la etapa adulta, sino es diagnosticado oportunamente por un especialista. “Con frecuencia observamos a niños pequeños de 2 a 3 años bastante inquietos que nos haría pensar que tienen este trastorno, pero no necesariamente, puede ser un comportamiento generado por factores del entorno familiar o social, relacionados a la adecuación de hábitos en el hogar, detalló el Ps. Jorge Luis Chapi Mori, Especialista en Neuropsicología del HCH.

En la etapa pre-escolar, con niños de 4, 5 o 6 años se puede detectar este trastorno con mayor efectividad, ya que el TDAH se detecta por sus conductas de inquietud motora y desatención, no solo en el ambiente del hogar, sino en el colegio u otros lugares fuera de casa.

Es una realidad, que al entrar a la etapa escolar, los niños con TDAH presentan dificultades en el aprendizaje, en su mayoría porque prestan poca atención y no mantienen la ilación de los temas académicos. A esto se suman factores familiares o sociales inadecuados, que se pueden manifestar en conductas más graves como la agresividad y si no tienen un tratamiento continuo, esto repercute en el tiempo hasta la etapa adulta.

El Ps. Chapi Mori explica que el tratamiento con mayor evidencia científica es el multimodal, que consiste en aplicar diversas estrategias en conjunto con un equipo multidisciplinario integrado por neurólogos, psicólogos, neuropsicólogos, psiquiatras, pediatras, neuropediatras, donde cada uno aportará parte de su experiencia y trabajarán sincronizadamente para dar un tratamiento adecuado por cada caso, pero dirigido a la conducta y educación del niño con TDAH.

En ese sentido los padres de familia, deben ser observadores y no alarmarse ante la primera conducta errática de dispersión, de constante movimiento y desatención del niño, pues estas conductas no son esporádicas, sino persistentes. “Si se confirma la continuidad de las mismas, se debe acudir a un especialista, para tener un diagnóstico preciso”, acotó Chapi Mori.

Todo el equipo multidisciplinario del departamento de Psicología del HCH, se encuentra comprometido en la mejora y adaptación de nuestros pacientes en su medio familiar y social. La funcionalidad tiene que ser en los diferentes aspectos de su vida. Si es un niño, en la escuela, en el hogar o en el vecindario, si es adulto, en el trabajo, con su pareja y otros ámbitos” culminó el especialista en neuropsicología.